Estamos ante un escenario empresarial sin precedentes. Con el auge de métodos de trabajo más flexibles como el home office, las empresas y sus juntas directivas son ahora más conscientes sobre la protección de activos fundamentales como los datos y la información. ¿Qué implica esto a corto plazo y qué prácticas son fundamentales para elevar los estándares de seguridad digital dentro de una compañía?

Ya lo decía el informe ‘IT Industry Outlook 2022’, de la Asociación de la Industria de la Tecnología Informática (CompTIA), que, dentro de las principales tendencias para el nuevo año, delimitó el enfoque en una ciberseguridad proactiva como una constante dentro de las empresas más resilientes y competitivas.

Para llegar a esa conclusión, CompTIA partió de la premisa de que antes las compañías enfocaban sus esfuerzos únicamente en adquirir servicios de seguridad digital focalizados en firewall y antivirus. Sin embargo, con el auge de la computación en la nube y la interconexión masiva de diversos dispositivos tecnológicos, las organizaciones comenzaron a desarrollar una visión más estratégica sobre la protección de su información y de las plataformas de colaboración y comunicación.

Pero, ¿qué implica adoptar un enfoque de seguridad digital proactivo? En términos generales, involucra ser conscientes como organización de que se están manteniendo operaciones y negocios en un ambiente en el que pululan las amenazas cibernéticas y, a razón de ello, es menester desarrollar estrategias de mitigación dado el caso en que la empresa y sus sistemas sean víctimas. A la larga, esta visión parte de la aceptación de que todas las compañías son vulnerables al ciberdelito en cierto grado.

Y las cifras lo confirman. La consultora IDC estimó que cada día se producen en el mundo 350.000 ataques de tipo malware, el cual se caracteriza por ser un software que infecta los dispositivos sin el conocimiento de sus propietarios. Esta clase de ataques representan un punto débil para organizaciones que, por ejemplo, basan su operatividad en la constante transmisión de datos e información a través de tecnologías como el Internet of Things (IoT) y recursos como la nube.

Fortaleciendo la actitud proactiva de las empresas con un acompañamiento oportuno y soluciones de seguridad digital eficientes: el rol de una consultoría

Para nadie es un secreto que, en temas de tecnología e innovación, el trabajo mancomunado y el acompañamiento oportuno resultan siendo la mejor opción. Por ello, la consultoría TI se ha posicionado como una prioridad en los últimos años dentro de la agenda de roles como los CEO y los CIO (Chief Information Officer).

Este tipo de servicios ha permitido, por ejemplo, apalancar el desarrollo de pequeños y medianos negocios (Pymes), lo que ha derivado, a su vez, en el posicionamiento de estos emprendimientos como un pilar neurálgico del desarrollo regional. De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), las Pymes representan alrededor del 99% de las empresas y emplean a cerca del 67% del total de la fuerza laboral.

En ese sentido, frente a factores como la ciberseguridad y la promoción de una visión más proactiva dentro de las organizaciones, acceder a una consultoría integral les permite a las empresas contar con un portafolio sólido y eficiente que se caracteriza por tener soluciones de seguridad digital garantizadas y evaluadas, incluso, por institutos y proveedores de talla internacional.

Bajo ese entendido, es oportuno entender que una consultoría completa permite poner ‘bajo la lupa’ no solo las oportunidades y fortalezas de una compañía, sino también identificar cuáles son las amenazas del entorno y las debilidades estructurales de dicha organización. Esta práctica deriva en la consolidación de estrategias y mecanismos que garantizan mayor éxito en cuanto a la mitigación de riesgos propios del delito digital.

No obstante, la experiencia de Controles Empresariales, empresa especializada en la transformación digital de las compañías, permite ir más allá y detallar que una consultoría completa, especialmente en el campo de la ciberseguridad, debe caracterizarse por:

● Acompañar a las empresas fomentando estrategias como el control y cifrado de la información; el establecimiento de controles de acceso como el doble factor de autenticación y la promoción de prácticas sanas de navegabilidad dentro de la fuerza laboral.

● Identificar y evaluar de manera constante los riesgos y amenazas del entorno directo, adquiriendo así el suficiente bagaje para delimitar estrategias y mecanismos de mitigación más exitosos.

● Contar con potentes partnerships, específicamente con proveedores de soluciones tecnológicas y digitales de seguridad reconocidos en el escenario internacional.

Finalmente, caminar en esta dirección permite que las empresas naveguen con mayor seguridad y protección en el actual mar de amenazas y desafíos digitales. Desde luego, el éxito de la mitigación del ciberdelito dependerá del grado de rapidez con que actúen las empresas; de su voluntad de cambio y de la calidad de la consultoría a la que accedan.

Estamos ante un escenario empresarial sin precedentes. Con el auge de métodos de trabajo más flexibles como el home office, las empresas y sus juntas directivas son ahora más conscientes sobre la protección de activos fundamentales como los datos y la información. ¿Qué implica esto a corto plazo y qué prácticas son fundamentales para elevar los estándares de seguridad digital dentro de una compañía?

Ya lo decía el informe ‘IT Industry Outlook 2022’, de la Asociación de la Industria de la Tecnología Informática (CompTIA), que, dentro de las principales tendencias para el nuevo año, delimitó el enfoque en una ciberseguridad proactiva como una constante dentro de las empresas más resilientes y competitivas.

Para llegar a esa conclusión, CompTIA partió de la premisa de que antes las compañías enfocaban sus esfuerzos únicamente en adquirir servicios de seguridad digital focalizados en firewall y antivirus. Sin embargo, con el auge de la computación en la nube y la interconexión masiva de diversos dispositivos tecnológicos, las organizaciones comenzaron a desarrollar una visión más estratégica sobre la protección de su información y de las plataformas de colaboración y comunicación.

Pero, ¿qué implica adoptar un enfoque de seguridad digital proactivo? En términos generales, involucra ser conscientes como organización de que se están manteniendo operaciones y negocios en un ambiente en el que pululan las amenazas cibernéticas y, a razón de ello, es menester desarrollar estrategias de mitigación dado el caso en que la empresa y sus sistemas sean víctimas. A la larga, esta visión parte de la aceptación de que todas las compañías son vulnerables al ciberdelito en cierto grado.

Y las cifras lo confirman. La consultora IDC estimó que cada día se producen en el mundo 350.000 ataques de tipo malware, el cual se caracteriza por ser un software que infecta los dispositivos sin el conocimiento de sus propietarios. Esta clase de ataques representan un punto débil para organizaciones que, por ejemplo, basan su operatividad en la constante transmisión de datos e información a través de tecnologías como el Internet of Things (IoT) y recursos como la nube.

Fortaleciendo la actitud proactiva de las empresas con un acompañamiento oportuno y soluciones de seguridad digital eficientes: el rol de una consultoría

Para nadie es un secreto que, en temas de tecnología e innovación, el trabajo mancomunado y el acompañamiento oportuno resultan siendo la mejor opción. Por ello, la consultoría TI se ha posicionado como una prioridad en los últimos años dentro de la agenda de roles como los CEO y los CIO (Chief Information Officer).

Este tipo de servicios ha permitido, por ejemplo, apalancar el desarrollo de pequeños y medianos negocios (Pymes), lo que ha derivado, a su vez, en el posicionamiento de estos emprendimientos como un pilar neurálgico del desarrollo regional. De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), las Pymes representan alrededor del 99% de las empresas y emplean a cerca del 67% del total de la fuerza laboral.

En ese sentido, frente a factores como la ciberseguridad y la promoción de una visión más proactiva dentro de las organizaciones, acceder a una consultoría integral les permite a las empresas contar con un portafolio sólido y eficiente que se caracteriza por tener soluciones de seguridad digital garantizadas y evaluadas, incluso, por institutos y proveedores de talla internacional.

Bajo ese entendido, es oportuno entender que una consultoría completa permite poner ‘bajo la lupa’ no solo las oportunidades y fortalezas de una compañía, sino también identificar cuáles son las amenazas del entorno y las debilidades estructurales de dicha organización. Esta práctica deriva en la consolidación de estrategias y mecanismos que garantizan mayor éxito en cuanto a la mitigación de riesgos propios del delito digital.

No obstante, la experiencia de Controles Empresariales, empresa especializada en la transformación digital de las compañías, permite ir más allá y detallar que una consultoría completa, especialmente en el campo de la ciberseguridad, debe caracterizarse por:

● Acompañar a las empresas fomentando estrategias como el control y cifrado de la información; el establecimiento de controles de acceso como el doble factor de autenticación y la promoción de prácticas sanas de navegabilidad dentro de la fuerza laboral.

● Identificar y evaluar de manera constante los riesgos y amenazas del entorno directo, adquiriendo así el suficiente bagaje para delimitar estrategias y mecanismos de mitigación más exitosos.

● Contar con potentes partnerships, específicamente con proveedores de soluciones tecnológicas y digitales de seguridad reconocidos en el escenario internacional.

Finalmente, caminar en esta dirección permite que las empresas naveguen con mayor seguridad y protección en el actual mar de amenazas y desafíos digitales. Desde luego, el éxito de la mitigación del ciberdelito dependerá del grado de rapidez con que actúen las empresas; de su voluntad de cambio y de la calidad de la consultoría a la que accedan.

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